Ha llegado el momento en el que tu baño amerita una reforma y no estás completamente seguro de qué debes contemplar antes de iniciar este proceso; y es que es bastante sencillo pasar algo por alto cuando se desarrollan este tipo de trámites, cosa que no deseas que suceda. Así que a continuación te ofrecemos algunos consejos que debes tener en cuenta antes de solicitar el presupuesto para reformar el baño.
Planifica tu estructura al pedir presupuestos para reformar el baño
En primer lugar debes estar consciente de lo que quieres hacer, desde el principio hasta los acabados finales. Y el principio de toda reforma es la estructura de la habitación (en este caso, del baño). Es por esto que, con la ayuda de asesores bien calificados como los que te ofrece DYLCA, debes hacer un análisis de tu visualización para ser llevado posteriormente al plano.
Reconocimiento de tu baño
Empecemos por las medidas. Para establecer la nueva organización del baño debes tomar las medidas de la antigua organización: altura, área, distancia entre espacios (retrete, lavabo, ducha o bañera…); y así conseguirás establecer una distribución espacial donde manipular los nuevos elementos que colocarás.
Conociendo estas medidas te será sencillo establecer, por ejemplo, cuál pared tirar, cuántos materiales comprar, dónde colocar el nuevo retrete, el tamaño adecuado para los muebles y la distribución de los elementos de iluminación y ventilación.
Paredes y suelos
Recuerda que el baño es una pieza donde la humedad está presente durante todo el día, así que las paredes y el suelo requieren un recubrimiento impermeable; así, pues, no es sabio escoger tablas de madera para el suelo o dejar las paredes en el concreto. Entonces, los materiales necesarios para este trabajo deben ser aquellos que impidan que el agua cale en el suelo o las paredes, como baldosas y/o azulejos de cerámica, mármol, granito, vinilo o microcemento; así como pinturas impermeables, como esmalte sintético con teflón, pintura de aceite o pintura fotocatalítica.
También considera bastante la organización de las paredes dentro de la estancia, así como de la posición de los elementos en ellas, como lo son la puerta, las salidas de agua y las tomas de corriente. Por ejemplo: al colocar la puerta muy cerca del lavabo o el retrete corres el riesgo de que alguno de éstos impida que la puerta se abra de manera adecuada.
Grifería
La grifería es el aspecto que le brinda su completa funcionalidad al cuarto de baño, sin la cual tan sólo es una pieza más. Cuando estés realizando la reforma de tu baño, determina la disposición más óptima de las tuberías para que las mismas no se estorben entre sí ni a los demás elementos de la pieza.
Una reforma es, también, una oportunidad excelente para realizar mantenimiento a las tuberías, sino es que deseas cambiarla completamente. Procura que las uniones de las tuberías estén bien hechas y se dispongan en lugares en los cuales, de sufrir filtraciones, generen el menor daño posible.
El retrete y el bidé
El retrete es el actor principal en un baño y su ubicación debe ser la más práctica: preferiblemente cerca de la puerta, entre la ducha y el lavabo; o al menos cerca de alguno de ellos dos. Debido a que éste es uno de los elementos propensos a desborde de aguas más desagradables que puede haber en tu cuarto de baño, será bastante prudente que haya algún desagüe bastante cerca de él.
Ahora bien, el bidé es una pieza realmente opcional, la cual implica un poco más de gasto, pero cuya utilidad es bastante elevada. Instalar uno es una buena inversión, hablando de salubridad e higiene, por más que cueste instalarlo. Su ubicación por excelencia es inmediatamente al lado del retrete o, en caso de no poder, lo más cerca posible a éste.
Al reformar el baño que elijo ¿Ducha o bañera?
La instalación de una de estas dos afectará considerablemente tu presupuesto. Veamos:
Las duchas suelen ser más económicas que las bañeras, pero las primeras precisan de un proceso de instalación más elaborado que las segundas: una fontanería más elaborada, el chapado del plato y la instalación de una mampara; que si bien este último detalles es perfectamente opcional, pudiendo instalarse una percha para cortina en su lugar, igual implica parte de la instalación. No obstante, si no tienes un control sobre el tiempo que la utilizas, puedes pasarte un poco en tu factura de agua.
Por su parte, las bañeras son más costosas por conformar una pieza individual como lo es un retrete o un lavabo, a pesar de no requerir una labor tan considerable como las duchas. Al contrario que las duchas, es más sencillo dosificar el agua utilizad en una bañera, suponiendo que la llenes a una altura suficiente.
Iluminación
En un cuarto de baño la presencia de luz natural es muy importante, por lo que es mejor maximizar las fuentes de entrada de ésta en comparación con las fuentes de luz eléctrica. Entonces, resulta bastante adecuado instalar ventanas grandes y altas, de manera que éstas no dejen ver desde el exterior hacia la ducha o el retrete, pero que permitan la entrada de bastante luz solar.
Ventilación
Además de las ventanas, colocar un extractor lo suficientemente potente en algún lugar elevado permitirá la huida de los olores propios del baño y, más importante aún, la humedad. Gracias a esto, el cuarto de baño se verá menos propenso al moho y al deterioro provocado normalmente por éste.
Decoración al reformar el baño
Una vez hayan culminado las obras, la decoración y detalles finales del cuarto de baño serán el siguiente paso, por lo que tu presupuesto también deberá contemplar estos aspectos.
Muebles de almacenamiento
En los baños es recomendable que los muebles de almacenamiento se encuentren elevados, usualmente sobre el lavabo o cercanos a la ducha/bañera. Estos muebles deben tener un tamaño proporcional a las dimensiones del baño: muebles muy grandes en un baño muy pequeño estorbarían; y muebles muy pequeños en un baño muy grande disminuirían su utilidad.
Además, sus colores deberían armonizar con las tonalidades del baño, ya sea contrastando o agregando nuevos colores en una misma tonalidad.
Espejos
Los espejos son un elemento muy importante, siendo uno insuficiente dentro de un baño. Lo más adecuado, para no exagerar, es colocar dos espejos: uno de tamaño mediano, suficiente para abarcar el busto, sobre el lavabo y otro de cuerpo completo o medio cuerpo en una de las paredes libres del baño. Asimismo, una buena inversión sería recubrir los espejos con materiales hidrofóbicos para evitar la condensación en los mismos y, por consiguiente, el deterioro.